Texto contextualizado: |
de las hipótesis de que el hombre primitivo dormía, pensaba o amaba. La poca evidencia empírica disponible es circunstancial e interdisciplinaria, a saber, por la vía de principios generales de la biología, la psicología y la sociología. Por ejemplo, estamos seguros de que el hombre primitivo tenía nuestras mismas necesidades (aunque no los mismos deseos), porque la biología nos dice que perteneció al mismo género que nosotros; estamos seguros de que pensaba, porque tenía un cráneo grande |
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