una epidemia de meningitis. Después todo fue muy rápido. El niño cuya cabeza antes se perdía entre las sábanas llegó a ser todo cabeza y a ti te horrorizaba ese cráneo inflado como globo a punto de estallar. No podías verlo, no querías verlo. El niño llorabasindescanso.Aúnpuedoescucharsuschillidos que fatigaban tanto tus nervios. Cuando oigo en la calle a un niño llorar me detengo: busco en su llanto el sonido particular del llanto de Dieguito. Los Zeting ya no estaban
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LLORAR - Derramar lágrimas por cualquier causa: pena, dolor, alegría, rabia o similar