. Con una sonrisa forzada se decía que estaba, por segunda vez, en capilla, cuando oyó: --Señor Olinden. Se incorporó rápidamente y sintió un leve mareo. Entró en el consultorio. El doctor, atento a un libro que reponía en su modestabiblioteca,letendióunamano.Eraunhombre flaco, de frente ancha, de cara angosta y pálida, de ojos grandes, febriles, oscuros. Nada en él parecía muy limpio. --Odio
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TENDERII.1 - Alargar una cosa aproximándola a otra