inteligencia ni de una imaginación desbordante. Triste, pero cierto. Si en lugar de perder la serenidad y dejarse encandilar por novelerías, y escuchen esto bien, porque aquí viene la moraleja del cuento, este buen hombre hubiera seguido elpacienteyaburridométodoqueenpuridadsedenomina algoritmo y que consiste en examinar fríamente todas las posibilidades antes de extraer una conclusión definitiva, no estaría ahora aquí, expuesto sabe dios a qué rigores. Acabado el sermón, el comisario