a sus héroes predilectos. A los 35 sale con otro, pero es un don Juan vulgar. A los 50, para consolarse de su soltería, sigue leyendo novelas. Pero lo curioso es que esta misma publicación, donde se caricaturiza alachica«novelera»,suministraba,atravésdelosrelatos cortos que puntualmente aparecían en sus páginas, pasto suficiente para la consolidación del arquetipo Juanita, que podía florecer en todas las clases sociales. Porque también las