Texto contextualizado: |
. El pobre Dürhing, con toda su torpeza de expresión, era mucho más honesto, más valiente, más agudo y más certero en sus suspicacias que ese necio, arrogante y olímpico de Engels en el profundo y miserable conformismo de su réplica.) Cuando a Eisenhower se le sugirió que, siguiendo un uso tradicional de cortesía militar, aceptase la visita del general alemán Von Arnim, que pasaba, prisionero, por Argel, rechazó horrorizado semejante idea, como una pervivencia de barbarie. Aceptar una visita así, aun como un simple protocolo caballeresco, significaba |
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