bajando los ojos y diciendo sabés, no te vayas a quedar allí a dormir en los asientos, sería idiota, y yo dandole la espalda para que no me viera la cara donde a lo mejor había un vago asombro por lo que estaba diciendo Diliaaunquedesdeluegosiempresucedíaasíde una u otra manera, a veces la indiecita hablaba de dormir en el suelo o la gitana se refugiaba en la cabina y había que tomarla por la cintura y derivarla