toda ella por una yerba áspera, del color de la herrumbre, iba reptando un caminito pedregoso que finalizaba arriba, al pie del murallón de roca, en el refugio. »Allá fueron a pasar el fin de año todo el grupo. Elcaminoestabalibreeldíaquesubieronylas laderas sólo estaban cubiertas por una pequeña capa de nieve. Dejaron los coches en el pueblo más próximo y continuaron el camino a pie. Pero una pertinaz tormenta de nieve azotó