su falta de cortesía. Seis meses después había escrito seis cartas sin respuestas, pero se conformó con la comprobación de que él las estaba recibiendo. Dueña por primera vez de su destino, Angela Vicario descubrió entonces que el odio y el amor son pasionesrecíprocas.Cuantasmáscartasmandaba, más encendía las brasas de su fiebre, pero más calentaba también el rencor feliz que sentía contra su madre. "Se me revolvían las tripas de sólo verla --me dijo
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MANDARII.1 - Enviar. Hacer que [algo o alguien] vaya a cierto sitio