esfuerzo, se lo entrega a Nachito, que, oportunamente, sale de su escondite.) NACHITO.- Enarbolando el garrote y dirigiendose hacia El Peluche.) ¡Peluche, llegó tu hora! (El Peluche, que ya había levantado un poco la Maquinita, lasueltaysevuelvehaciaMaristelfuriosoy exclamando.) PELUCHE.- ¡Ah, traidora! ¡Os descuartizaré a los dos! NACHITO.- (Enfrentandose con El Peluche.