la pared, mucho más fuerte ahora, y levantando la barra sobre su cabeza.) ¡Que te estés quieto, mierda! (A Elena.) ¡Venga, aquí! ¡Y no te tapes tanto, suelta eso! ¿Te da vergüenza? ¡Que lo sueltes,quetedoy...!(ANancho,queestámirandolafijamente mientras sigue sujetando a Chusa.) ¿Está buena, eh? ¿Te la quieres tirar? ¡Vosotros quietos! (Alberto mira a Jaimito desconcertado, y éste trata de