pero el taxista la tiene que conocer seguro. A las once menos cinco entrarás en la cafetería. Puedes tomar algo, si lo deseas, pero habrás de pagarlo de tu bolsillo, porque el presupuesto de la operación no da para gastos suntuarios. Procura pasardesapercibidoynosueltesniunsegundoel maletín. A las once en punto se te acercará alguien y te preguntará la hora. Le contestas que te han robado el reloj en el metro. Te dirá que ya no hay orden