el rostro de Francesca-- logró recordar el significado de aquellos colores. El rojo (la sangre) y el blanco (la nieve). Pero ¿qué sangre y qué nieve eran aquéllas? Sintió de nuevo la necesidad de recuperar el pasado escribiendolo, de rescatareltiemposolidificándoloenelpapel.Yvolvía a hacerlo aun a sabiendas de que el orden de escenas y de tiempos se alternaban caprichosamente en su memoria. Había escrito de la música y de la