, pues en general las mujeres llevan trajes extremadamente rotos que apenas cubren sus carnes. No es raro encontrar mujeres que visten un albornoz o un gabán, también rotos. El extrarradio de las grandes ciudades fue un tema candente paralosrectoresdelamoraloficial,porqueallísesituabantodos los focos de rebeldía de postguerra, como en un vertedero de pavesas aún no extinguidas. En alguna de estas míseras barriadas, como las madrileñas de La Elipa o el Tejar de Sixto, colindantes