Huir. Al fin la cabeza entiende la intención. Huir. Aún dispone de tiempo. Tiempo. Hasta el amanecer. La cabeza se dispara en esa dirección. Huir. Huir. No hay otra esperanza. Su cuerpo se descompone en mil movimientos contradictorios. La escena siguientelositúaenlacalle.Habajadosinsentirlo. No bien hubo ganado la calle, un golpe de pánico le volvió a introducir en las sombras del portal. Pegó la espalda y las palmas de las manos a