be por décima vez consecutiva e intuía esquiva la sonrisa, rebeldes sus dos ojos codiciosos de llanto. Paseó por el dormitorio y colocó de nuevo la aguja al principio del disco. El piano arrastró sus notas sin consuelo y en algún ángulo de la noche un perro aulló. Sesentóenlacamaydirigiólamiradahacia los libros. Después, hacia la mesilla. Abrió el cajón y allí, olvidado en el fondo, estaba el escapulario. Tomó la vieja postal que esa misma tarde había
TER:132.31
SENTARI.1 - Colocar(se) apoyado en algún sitio descansando sobre las nalgas