tiempo en casa. Te molestaba cualquier presencia humana, incluso la mía. Yo, en cambio, estaba entusiasmada con ella. Ibamos de excursión y me llevaba al parque de la ciudad. Por la noche venía hasta mi cama con un vaso de leche tibia muyazucaradaysesentabaamilado,contandomecuentos hasta que me dormía. Aquella vez deseé marcharme con ella para siempre. No sabes cómo lloré cuando se fue y, al saber que tú la habías echado, por primera vez
SUR:031.13
SENTARI.1 - Colocar(se) apoyado en algún sitio descansando sobre las nalgas