absurda y desesperante; desesperante no porque provocara pasión alguna sino por el estímulo y la intriga que para él suponía el comportamiento de la muchacha. A veces, cuando Jano estaba enfrascado en sus lecturas, Betina aparecía con sigilo a sus espaldas para leer el título del libro oparasentarseacharlarconélsobrelayerbadurante unos brevísimos instantes. También en alguna ocasión, cuando Jano se encontraba en su habitación, que daba a un porche de madera que corría a todo
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SENTARI.1 - Colocar(se) apoyado en algún sitio descansando sobre las nalgas