extrañas sombras en tus ojos. »Ahora, Francesca, te contaré algo de lo que no llegaste a tener noticia. Una de aquellas tardes en que la lluvia cesó, descendí al jardín y busqué el banco protegido por una hermosa Venus de piedra enelquenosgustabasentarnosparacharlaroleer. El suelo del jardín estaba sembrado de hojas y de ramas tronchadas por la tormenta. Al acercarme al banco observé con estupor que alguien había golpeado furiosamente la
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SENTARI.1 - Colocar(se) apoyado en algún sitio descansando sobre las nalgas