ferocidad del destino de Santiago Nasar, que le había cobrado 20 años de dicha no sólo con la muerte, sino además con el descuartizamiento del cuerpo, y con su dispersión y exterminio. Soñé que una mujer entraba en el cuarto con una niña en brazos,yqueéstaronzabasintomaralientoylos granos de maíz a medio mascar le caían en el corpiño. La mujer me dijo: "Ella mastica a la topa tolondra, un poco al desgaire, un poco al desgarriate." De