segura de haberlos dosificado adecuadamente en la práctica, y el único paliativo para un solivianto como aquél, comparable al padecido antes de recibir las notas de un examen, estaba en la aprobación derivada de la conducta de él; es decir en comprobar si se decidía o no a salvaraquelladistanciaatravésdelacualsehabíanencontradolos ojos. Ella, aunque se sintiera progresivamente atraída por el desconoc que la miraba, no solía poner nada de su parte para que se lo presentaran, a no ser que existieran una serie de circunstan