se en su reflexión porque esa voz, que tenía el timbre, el tono, la frescura de la voz de David, estaba formulando una sorprendente afirmación: --Así que tú eres Julián, el amigo alegre de los años alegres de papá... III Entrabaenlafarmaciaysaludabaalpadre.Luego pasaba a la rebotica y se sentaba ante la camilla. Las faldas recogían el calor del brasero y la lámpara iluminaba el tapete beige. Sacaba los cuadernos, los
JOV:023.04
SALUDAR - Decir palabras de cortesía en el encuentro o despedida