que mamá me encerró y me miró como a un monstruo, yo no había podido soportar que Mari-Nieves se apropiara del que yo consideraba, con todo derecho, mi papel. No sé si tú la conociste aquel día, pues cuando llegó con su madre ni siquiera salísteasaludarlas.Enrealidad,mamánolasconocía mucho, pero estaba tan preocupada por mi aislamiento que se propuso encontrarme alguna amiga. Al principio me alegró que viniera y, en cuanto nos
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SALUDAR - Decir palabras de cortesía en el encuentro o despedida