, y ya en mi compañía, volvió Juliá ante el mismo funcionario para saber qué había de lo suyo, y el asunto había dado una vuelta de campana: "Usted puede sacar aquí todas las fotografías que quiera"; ahora el funcionario gibraltareño estaba dispuesto a autorizarnos parasaltarporencimadelavoluntaddelosmoros,atropellandocualquier deseo por parte de ellos de celar su intimidad. Juliá no quiso prestarse a tan palmario allanamiento de morada y sólo accedió a hacer fotografías con el explícito consentimiento previo de los propios residentes. La
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SALTAR - Levantarse con impulso para caer en el mismo sitio o en otro