atraía tanto como lo que tú me habías enseñado y temía que ella notara mi preferencia. Aunque no puedo ocultar mi enorme deseo por ponerme aquel vestido maravilloso, de reina, como tú dijiste al verlo, que me estaban haciendo en la ciudad yqueyamehabíaprobadovariasveces.Creoquetodo lo demás no llegó a entusiasmarme a causa de la preparación tan árida a la que Josefa, quien trataba de convertirse en mi directora espiritual, me sometió durante días
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PROBARIII.2 - Poner(se) una prenda de vestir para comprobar cómo sienta