hierbas y ramas secas y, después de colocar entre ellas una buena cantidad de papeles, me dispuse a encender una cerilla. Mari-Nieves vigilaba con desconfianza mis movimientos. Empezó a representar su papel declamando algo que yo no escuchaba. Estaba tan furiosa que no admitía diálogoalguno.Finalmenteprendífuegoalaleña. Apenas empezaban a despuntar las llamas cuando ya ella lloraba con desesperación. "¿No querías ser Juana de Arco? --le grité--. ¡Pues ahora vas a ser la santa, pero
SUR:015.05
PRENDERII - Encender(se) algo, generalmente fuego o luz.