momento dónde se encontraba el Hombre Invisible según fuera el lado hacia el que ella mirara cuando hablaba. En una ocasión le descubrió mientras la espiaba y, sonriendo con languidez, le dijo acércate, Miguel. El obedeció, pero sin llegar a salir al balcón. Entonceslaabuelabesóuntiernocapulloyel niño, sorprendido, lo vio abrirse lentamente y ofrecer su blanca flor poco a poco más grande y más bella. Después creció el tallo y crecieron las hojas,