sus antiguos compañeros de militancia le aguardaban en coro, entonando canciones políticas, baladas o marchas revolucionarias. Iban grotescamente vestidos de niño: pantalón corto, camisas de colores, gorritos de playa, baberos manchados de papilla, lazos, chichoneras. Su comportamiento y lenguaje eran igualmentepueriles:berreaban,seempujabanunos a otros, armaban estropicio, batían las palmas. Se habían precipitado a su encuentro, haciendo círculo alrededor de él, y bailaban cogidos de la mano. El