agravios... silencios. TEO.- ¿No es eso, en realidad, lo que se entiende por amor? ¿Por qué exigirnos más? (Ana no contesta.) Sé que no vas a hablar, lo entiendo... o creo que lo entiendo. (Teobebeuntragodeunabotelladirectamentedel gollete o le da una larga chupada al pitillo.) Es curioso, quizá en este momento, después de diecisiete años, somos nosotros mismos. Puede