peraltada en grado sumo. Las casas eran de piedra y no parecían habitadas. El viento traía de muy lejos olor a ganado y a leña quemada y el ladrido sincopado de algún perro. Unas bombillas sin pantalla que pendían de cables tendidos entre tejado y tejado yqueelvientobamboleabaasuantojoproyectaban una luz cenicienta que hacía revolotear sombras fugaces en los girones de niebla. --Fíjense ustedes --comentó don Plutarquete-- qué de rincones pintorescos encierra nuestra geografía.
LAB:217.13
BAMBOLEAR - Moverse de un lado a otro sin cambiar de sitio