de Betina ladraba y ladraba desesperadamente. ¿Echaría en falta la ausencia de la muchacha? Al principio todos lo oyeron en sueños, semidormidos. Luego se fueron despertando y comprendieron que algo tenía que pasarle al animal. Ladraba y aullaba lastimeramente. El padre deBetinayJanobajaronaljardínyloencontraron frente a las grandes puertas del cobertizo donde se guardaba la leña. La madrugada era muy oscura y lloviznaba débilmente. El perro, a simple vista, estaba