, pero me alivió llorar porque comprender, finalmente, es un embelesamiento y me estaba proporcionando una de las grandes alegrías de mi vida. Al llegar a la casa me puse a pintar, estaba carburada y hoy amanecí con la cabeza caliente y me senté frente a tucaballete,bajélatelaquedejastealamitad--perdoname chatito, luego volveré a ponerla-- y tomé una blanca y comencé. Es imposible no llegar a tener talento cuando se tienen revelaciones como la que experimenté ayer.