telegrafista reportó jamás el arribo de la Prieta. En Buenavista, sólo el Gringo pretendió organizar cuadrillas para recorrer la vía de Apizaco a Huauchinango; incluso se fue en cabús pero no vio máquina alguna; ninguna locomotora de esas señas había cargado combustible, ningún maquinista de pelo blancohabíabajadoaproveersedebastimento.Oloestaban protegiendo o se lo había llevado la madre de todos los diablos. En Ferrocarriles dedujeron: "Se ha de haber desbarrancado en la primera corrida y ni sus luces".