Texto contextualizado: |
tan embustera... Subí mecánicamente hasta la torre para sentarme de nuevo junto a Santiago. No creí a Juana. Estaba convencida de que mi hermano no moriría. Cuando aún podías hablar, no quisiste abrirme la puerta, Santiago. Rechazabas mis visitas como cualquier otra. Estábamos enloqueciendo, tú desde dentro y yo desde fuera. Y, cuando al fin pude verte, ya toda palabra había desaparecido entre nosotros. Me permitían permanecer a tu lado, día y noche, a condición de que no te |
SUR:110.05 |