el Apóstol hará caso a sus peticiones, "porque nunca me falló". La madrugada del sábado, cayado en mano y mochila al hombro, saltó de su cama en Muras para comenzar el peregrinaje a Compostela. Su mujer, Társila López, quiso acompañarlo, "peropreferíahacerlo yo solo, ya habrá otros que ahora sigan mi iniciativa". Si la petición era extravagante, no iba a ser menos su camino: Muras, Guitiriz, Teixeiro,