Texto contextualizado: |
te dirigieras a nadie. Nunca olvidé aquellas palabras desesperadas. Claro que no pensaba nada sobre ellas, eran como golpes brutales para los que yo no tenía respuesta alguna. En vacaciones te dedicabas a no hacer nada de una manera espectacular. Pasabas las horas sentado en un sillón, emanando una amargura incontenible, exhibiendo tu sufrimiento. Mamá trataba de defenderse. Empezó a leer de nuevo y mantenía largas conversaciones telefónicas con Josefa, quien la llamaba cada noche desde la ciudad. |
SUR:028.13 |