--preguntó Santiago con crispación. --Nada que yo sepa. Seguirá donde está, como siempre. --¿Y dónde ha estado hasta ahora? --La verdad, no te entiendo. --¡Sí me entiendes! --Santiago se había puesto de pie ysurostrohabíaenrojecidodecóleraenuninstante. --¡Calmate, niño! No sé qué te ocurre. ¡Qué preguntas más absurdas haces! ¿Que dónde ha estado Bene? Pues últimamente trabajando en esta casa, y aquí seguirá, porque