últimos con el Likud y estos con los agentes palestinos, todos juntos en Madrid, velando por la seguridad de la conferencia, el marco del palacio de los Austrias y Borbones al fondo. Con justicia se alaba la política del presidente González y, muy singularmente, lalaborquerealizael ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez. Su reforma fiscal pudo no haber gustado a algunos, su ley de divorcio pudo haber espantado a otros, pero la labor diplomática de