relegó la noticia a un segundo plano, como suele hacer cuando algo o alguien contradice los planes del presidente. Decididamente el Parlamento ruso está dispuesto a no dejarse convertir en un apéndice inútil, supeditado al poder presidencial, y a vigilar milimétricamente los poderes especiales ejecutivos ylegislativosqueconcediera a Boris Eltsin para poner en práctica las reformas económicas. El pasado 11 de noviembre el Parlamento tampoco dio el visto bueno a la proclamación presidencial del estado de emergencia en Checheno Ingusheteia.