debatida y esperada conferencia, pero está claro que unos y otros se sientan alrededor de la mesa con muchas diferencias aún por salvar. Ello quedó claro ayer tras el encuentro entre el secretario de Estado norteamericano, James Baker, y el primer ministrodeIsrael,IsaacShamir,quienesconversaronmás de una hora pero rehusaron hacer declaración alguna a la prensa. La sensación era que resultaba imperioso esforzarse realmente por elaborar un comunicado sobre el encuentro que no enoje a nadie,