situación en los núcleos de Castro y A Barrela era de absoluta normalidad, sin que hubiera vuelto a reproducirse ningún tipo de incidente. Con todo, ambas poblaciones contaban con una notable presencia de la Guardia Civil, que mantuvo a los más de 30 números queyasehabíandesplazado durante la noche anterior. Una parte de ellos dedicaron la mañana a peritar los daños en la sede municipal, lugar que también visitó el alcalde, Julio Yebra Pimentel. Las oficinas,