prueba de las dificultades políticas de la propia conferencia. Sin duda, la presencia de Shamir en Madrid es una buena noticia para la extrema derecha israelí que, en el fondo detesta la idea de sentarse a discutir con los palestinos el futuro de la zona. Shamir tiene queasumirunadobleresponsabilidad. Por una parte deberá atender los requerimientos de la Administración Bush, que no está dispuesta a correr nuevos riesgos en la zona. Por otra parte, tiene que estar