su pronunciamiento hasta haber concretado detalles con las dos partes, aceptó ayer el papel de mediador. La primera cena de los 31 encerrados, tras ocho días de ayuno, fue una frugal sopa que el restaurante Lusitano, de Lobios, sirvió en una gran perola. Ladecisióndeabandonarla huelga de hambre, aunque manteniendo al menos hasta hoy el encierro, fue adoptada a media tarde por la comisión de afectados. Había sido por la mañana cuando el abogado de