principios de los treinta, había montado un local de alterne en la zona del Orzán: el bar La Nobleza. Dolores, que por entonces tendría unos veinte años y a la que calificaban por su belleza como "una mujer bandera", pronto se hizo con una clientela queacudíaalestablecimientoen las locas noches coruñesas. Durante la guerra civil, Dolores, a la que conocían por "La Lola", se dedicó a actuar como cabaretera allí donde precisaban su