Texto contextualizado: |
marcaba el taxímetro, añadiendo al monto una peseta de propina. Perseguido por los escupitajos del taxista hice mi entrada en el vestíbulo del hotel y me dirigí al mostrador, donde un recepcionista de distinguido aspecto se estaba recortando las uñas de los pies. --Completo --me espetó sin darme tiempo a saludar. --Tengo una reserva a nombre de Pilarín Cañete --repliqué. Consultó un organigrama lleno de borrones y tachaduras, me repasó con una mirada en la que se |
LAB:029.32 |