de precios, por lo que estos costes deberían asumirlos conjuntamente el Estado y las asociaciones de propietarios. Explicó que Barcelona y Madrid son dos de las ciudades españolas que tienen más viviendas con rentas muy bajas, debido al gran flujo inmigratorio que absorbieron en los años sesenta, y precisóqueenelcasodelaciudad condal podrían liberalizarse unas 100.000 viviendas que en estos momentos, aunque están alquiladas, no se ocupan. La Federación de Propietarios, que próximamente lanzará una