. --Ahora es reventa. ¿Tres? --No, muchas gracias --dije yo--. En realidad, nosotros veníamos a preguntar que dónde caía el monasterio. Somos fotógrafos y queremos hacer un reportaje. Los ojos del tabernero se volvieron dos ranuras atravésdelascualeschispeabaladesconfianza. --Es de noche --dijo-- y hay niebla --Tenemos equipo electrónico --dije yo. --Allá se las compongan -- dijo él encogiendose de hombros. Yo