a final de 1991, es la primera iniciativa desde hace 25 años en que se rebajan los niveles máximos de radiactividad permitidos de forma oficial. La decisión ha sido tomada tras un nuevo estudio médico internacional sobre los efectos de las bombas de Hiroshima y Nagasaki, en el que sedemuestraqueconlasdosis actuales de radiactividad el riesgo de contraer cáncer o leucemia es de tres a cuatro veces superior al establecido como correcto. A este respecto, la Sociedad Española de protección