las niñas que nos gustaban, o dejarme arrastrar por otros impulsos, oscuros en su origen, aunque inequívocos en su manifestación. Creo que, de haber podido expresar sus preferencias, mi prima se habría inclinado por la primera alternativa. Pero,adiferenciadelostiemposquecorren,a las chicas de entonces no les cabía sino acceder o defenderse. Mi prima hizo lo que pudo por defenderse... Abrí los ojos y me encontré solo en la cama.