no voy a indicar más que una cosa: el multitudinario coro de los que se dispondrían a rebatirme, asegurando que hay envidiosos sin fin, está exclusivamente compuesto de puros envidiados; no hay un solo envidioso ni por casualidad. La alegación de queesoesporquelosenvidiososcallanporvergüenzanopuedo,naturalmente, destruirla, pero sí puedo objetar que si el silencio no es prueba cierta de que no los haya, tampoco la vergüenza puede serlo, a su vez, de que los haya. Juzgue, pues, cada cual por su experiencia; en la mía yo no
RAT:123.14
CALLAR.1 - No hablar o dejar de emitir algún sonido.